Birriarte

No es la primera vez que leemos noticias como estas:

1.- Una empleada de la limpieza del museo Tate Britain londinense ha tirado a la basura parte de una de las obras expuestas. Gustav Metzger, el autor de la obra, ya repuso la parte que falta de su obra, que forma parte de la exposición sobre el arte de los sesenta que la galería británica expone este verano. El 30 de junio la empleada dejó en un contenedor la bolsa transparente llena de papeles y cartones, pero los responsables del museo han tardado mucho en hacer público el hecho, presumiblemente porque puede cuestionar una vez más la seriedad del arte moderno.

2.- Una obra de arte callejero ubicada en un barrio de Frankfurt ha terminado en la basura. Empleados encargados de la limpieza de la ciudad incineraron la obra de Michael Beutler. El responsable de la campaña "Frankfurt limpio", Peter Postleb, consideró que la obra se trataba de basura basándose en su aspecto y en las partes de plástico, y la mandó a la incineradora.

3.- En Vitoria, hay una escultura de un torero de bronce. Hace algún año un "artista" lo encerró en una jaula que posteriormente rellenó de patatas. Un domingo, a media mañana, una patrulla de la policía municipal iba a quitar la jaula y las patatas, pensando que aquello había sido una gamberrada, hasta que el ilustre concejal de Cultura del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, que casualmente pasaba por ahí, aclaró el entuerto: no era una gamberrada sino una Obra de Arte.

Desde mi más humilde opinión del arte, la empleada de limpieza del Tate Britain debería estar dirigiendo el museo.

Veamos. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, el arte es exactamente esto: “Acto mediante el cual imita o expresa el hombre lo material o lo invisible, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, y crea copiando o imaginando”. Con esta definición entendemos que cualquier persona puede ser un “artista” aunque una de las acepciones del mismo diccionario, a la palabra “artista”, especifica lo siguiente: “Persona que hace alguna cosa con suma perfección”.

Visto así, no cabe duda que los anteriores individuos eran verdaderos artistas; crearon basura y ahí es dónde fue a parar. ¿Pero el arte no debería ser otra cosa? Vamos a ver, seamos realistas ¿pagarías para ver una bolsa de basura en un museo cuando tú haces una en casa todos los días, o preferirías pagar para ver La Piedad de Miguel Ángel? [venga, ¡hazme una Piedad!]...

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Si nos remontáramos a la Grecia antigua veríamos que el arte se valoraba como la esencia del ser humano. Su forma de vivir además, se sustentaba en la práctica de buscar la belleza y la perfección en todas las cosas, de modo que los artistas [o artesanos, porque eran lo mismo] eran personas apreciadas socialmente y su prestigio iba en relación directamente proporcional a sus habilidades artesanales. Habilidades basadas en exponer belleza [recordemos].

Como me empiezo a ir por las ramas, si os interesa saber más sobre el arte griego, leeros este interesante artículo.

Pero, ¿cuándo empezó a convertirse en mierda el arte? ¿Cuando Dalí firmaba lienzos en blanco y se los pasaba a sus alumnos?

Todos habéis oído hablar de Arco… Arco es la mayor definición de Birriarte que podemos tener a mano. Si tienes pelas te alquilas un stand de acuerdo a la nueva definición de arte y cuantas más pelas tengas, más artista eres. Y luego pasan cosas como estas que demuestran que los “entendidos” de arte, están muy lejos del concepto inicial:

Gracias a Pensagrama por pasarme este video ;)